Con la 2º República se creó la Constitución de 1931, que presentaba una amplia declaración de derechos y libertades extendida a temas económicos y sociales. Dos de ellos de gran relevancia en el tema educativo fueron la separación de la Iglesia y el Estado; y la igualdad de todos los ciudadanos ante el derecho a la educación y al trabajo. La República se propuso limitar la influencia de la Iglesia en la sociedad española y secularizar la vida social. Estas intenciones quedaron plasmadas en la Constitución que estipuló la no confesionalidad del Estado. El temor a las órdenes religiosas por la influencia que estas tenían a través de la enseñanza llevó a la disolución de la orden de los jesuitas, a la vez que se prohibió la enseñanza a las otras órdenes.
Otra reforma importante fue la de la enseñanza, cuyo objetivo primordial era promover una educación liberal y laica y hacer del Estado el responsable del derecho a la educación extendido a toda la población. El centro de su actividad fue, sobre todo, la enseñanza primaria, por lo que se crearon 10.000 nuevas escuelas y 7.000 nuevas plazas para maestros, mientras que el presupuesto de educación se incrementó en un 50%. Se intentó acabar con la hegemonía de la enseñanza religiosa y se adoptó un modelo de escuela mixta, laica, obligatoria y gratuita. El interés por promover el desarrollo cultural de la población, sobre todo entre los sectores sociales con menores ingresos, llevó a la creación de las Misiones Pedagógicas, encaminadas a difundir la cultura de las zonas rurales mediante bibliotecas, cine, coros, teatro y conferencias; y el grupo de teatro ambulante La Barraca, inspirado por García Lorca; que llevaban la cultura por todos los rincones del país.
Pero este clima de fervor que impulsó una cultura librepensadora, liberal y cosmopolita, así como los inicios de una verdadera ciencia española, no sobrevivió a la guerra. La confrontación bélica provocó formas culturales que estuvieron al servicio del combate ideológico. La mayor parte de los intelectuales estuvo de parte de la República y fue muy minoritario el grupo que se sometió a los objetivos de los sublevados. Evidentemente, la cultura católica tradicional más consolidada estuvo con los sublevados, mientras la República era apoyada por la nuevas corrientes renovadoras y europeístas.
Los modelos culturales de ambos bandos fueron totalmente opuestos. En la España franquista se impuso una concepción de la cultura excluyente para determinadas clases sociales, basada en la exaltación de la patria, de la tradición y la religión católica. Se eliminaron todas las leyes educativas de la República, fueron depurados la mayoría de los maestros y se impuso una censura para asegurar su ideología en la enseñanza y en la producción literaria y artística. En el bando republicano, la guerra produjo una exaltación del saber como instrumento de liberación y de victoria, y se hizo hincapié en el derecho del pueblo al acceso de la cultura. Proliferaron iniciativas provenientes de partidos, sindicatos, asociaciones y del Estado para promover la alfabetización, la lectura, el teatro y el cine.
Hola Beatriz. Me alegra mucho ver tu blog, sigues al día todos los contenidos de las clases. Enhorabuena, sigue así.
ResponderEliminarUn saludo,
Borja.